Este término aparece por
primera vez en el libro “The Peter Pan Syndrome: Men Who Have never Grown Up”
(1983), del Dr. Dan Kiley.
Los individuos que poseen
dicho síndrome, presentan ciertos aspectos de inmadurez social y psicológica,
acompañados por disfunciones sexuales. Suelen tener más de 30 años. Mientras el
sujeto crece, su percepción interna del yo, permanece en la infancia.
Escondiendo una gran carencia afectiva detrás de una pantalla cautivante de seducción,
arrogancia y arrolladora simpatía.
Características claves
para detectar a “Peter Pan”:
1. Suelen ser
personas muy inseguras.
2.
Aparentan
felicidad constantemente.
3.
Se visten
como adolescentes.
4.
Atraen por su
personalidad arrolladora.
5.
Al principio
son encantadores, después pueden resultar conflictivos
6.
Normalmente
son fruto de una educación Sobreprotectora.
7.
Son egoístas.
8.
Exige ser
escuchado, no presentando paciencia para escuchar.
Que podemos hacer para evitar la formación
de este tipo de personalidades.
Como hemos dicho en el
punto 6, los padres sobreprotectores (le dan todo a su hijo sin exigirle nada a
cambio) suelen ser los principales responsables de una personalidad de Peter
Pan. Para evitar esto, daremos a los hijos responsabilidades progresivas según su
edad, demostrándole que además de derechos también tienen obligaciones. Aunque
teniendo en cuenta de no cargarlos de responsabilidades a muy temprana edad, ya
que un joven excesivamente formal puede resultar en un adulto excesivamente
infantil.
Si nuestra pareja posee
esta personalidad, tendremos que dejar de asumir responsabilidades por él, ya
que si nosotros asumimos todas las responsabilidades y aceptamos sus actitudes
infantiles, estaremos potenciando este tipo de personalidad. La mejor manera de
ayudarlo será haciendo que tome conciencia de que puede dirigir su vida.