La Lectura Fotográfica: Lee, comprende y recuerda más en menos tiempo
Es una buena
técnica de lectura, una inversión de tiempo por partida doble, pues nos
permitirá desarrollar una velocidad de lectura muy superior a la acostumbrada
(3 o 4 veces mayor por lo menos) y también nos posibilitara el hecho de que
seamos capaces de memorizar la información que vamos leyendo más fácilmente,
disminuyendo el número de repasos de manera considerable.
En segundo lugar, con un poquito de entrenamiento conseguiremos
memorizar casi al mismo tiempo que leemos, pues desarrollaremos nuestra
capacidad para crear “video mental”, leeremos la información con tal velocidad
y precisión que nos parecerá que estamos viendo una película en el cine, y
Por otra parte, el lector rápido
capta más fácilmente el resultado final de la información, entendiendo mucho
mejor lo que está leyendo.
Los defectos más importantes que nos
encontramos con prácticamente cualquier persona a la hora de leer son:
- a. Seguir linealmente las palabras sin hacer
pausas para verlas un instante. Tenemos que ver un conjunto de palabras a la
vez y fotografiarlas parando un instante sobre ellas. No debemos conformarnos
con pasar la vista por encima sin detenernos, es decir, de la forma como se lee
habitualmente, pues en este caso obtendríamos una imagen movida, difusa y
desenfocada de las palabras, no pudiendo verlas adecuadamente.
- b. Leer a baja velocidad. La velocidad media
de lectura es de 200 palabras/minuto aproximadamente, lo cual nos hace:
- Perder tiempo.
- Perder concentración.
- Dificulta la retención, ya que los datos
van muy espaciados entre sí.
Por
otro lado, hay muchos estudiantes que, con su leer errático (continuamente
volviendo hacia atrás, sobre cosas ya leídas), obtienen finalmente un ritmo
inferior incluso a las 100 palabras/minuto.
Para
aplicar correctamente nuestra técnica de lectura, los ojos deben avanzar mediante
una serie de saltos muy rápidos, haciendo paradas reales en cada uno de los
grupos de palabras (de un mismo renglón) que vamos a fotografiar, las cuales
deben oscilar entre 0,25 y 0,75 segundos.
Las pausas o paradas, es decir, las
fotografías, deben hacerse sobre grupos que comprendan entre 4 y 6 palabras. De
hecho, cuando leemos una frase no nos interesa el significado individual de
cada una de sus palabras, sino el significado de todo el conjunto de dicha
frase a la vez.
Ej:
“El
gato salta y juega con su bola de lana”.
Esta
expresión nos informa de una escena cuya acción podemos ver en su globalidad, y
que vista así nos ayudara a su retención, pues lo que nos interesa es el
significado que tiene la frase completa, en su conjunto, y no el de cada
palabra por separado.
Mientras leemos, al menos hasta
coger la suficiente experiencia y soltura, deberemos ir apuntando con un
bolígrafo. El bolígrafo, u otro apoyo visual similar, nos ayudaran a fijarnos
con precisión en el grupo de palabras que queremos leer o fotografiar, así como
a llevar un ritmo más regular y preciso sobre los renglones.
No debemos intentar
hablar, ni siquiera mover los labios con esa intención, aunque sea mínimamente,
pues solo conseguiríamos frenar nuestra velocidad de lectura. Además, nuestra
concentración y nuestro pensamiento deben estar en intentar imaginar o
visualizar – lo que vamos leyendo, como si se tratase de una película. Este es
uno de los secretos más importantes.
El texto que estemos leyendo deberá
estar bien colocado horizontalmente y no torcido (tal y como se coloca cuando
se escribe), para facilitar así el rápido movimiento de los ojos. Por otra
parte, dejaremos una distancia de al menos 30cms con respecto a nuestros ojos.
Las Ventajas más importantes que nos
encontraremos a la hora de leer correctamente son las siguientes:
·
Esta técnica
de lectura nos ayudara a mejorar nuestra sensación de “video mental”, que es
sin duda una de las mejores armas de las que disponemos para memorizar.
·
La
ganancia de tiempo con una buena técnica es monumental. Sería como comparar un
coche con un avión. Leer tan deprisa es posible porque la velocidad mental que
tenemos para ir reteniendo los datos de cualquier información que percibimos es
en sí muy superior a la velocidad de lectura propiamente dicha. Podemos leer a
1000 palabras /minuto, pero podemos captar, viendo una película en el cine, una
información equivalente a unas 60.000 palabras /minuto, y encima con mucha
mayor nitidez.
La mente entrenada
de un lector rápido tiene tal rapidez, en el proceso de datos que creara por
fuerza una serie de imágenes, o cuando menos de sensaciones, como único modo de
poder digerir tanta información por unidad de tiempo, pues no podría hacerlo de
otra forma, esto es, sin imágenes. Esta sensación es fantástica y la
denominamos “Video mental”.